En este proceso los politécnicos encontraron otro uso para los fructanos o agavinas como alimento nutracéutico, esto quiere decir, que además de sus aportes nutricionales contribuye a mejorar la salud, ya que el compuesto no es digerido por el sistema gastrointestinal del cuerpo humano, por lo que llega integro al colon para que puedan ser utilizado por la microbiota intestinal y permita el crecimiento de aquellas que se consideran como “buenas”.

Las agavinas se han añadido a distintos productos como gelatinas, el producto fue creado por la empresa Alimentos BEA y han sido probadas en grupos clínicos de distintas estancias como el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán” (INCMNSZ), donde se evaluó la funcionalidad con una población que padecía síndrome de intestino irritable con prevalencia en estreñimiento.

Esta investigación en la que participan ingenieros, biotecnólogos, biólogos, médicos y nutriólogos surge a partir de la problemática que mantienen los agaveros del Estado de Morelos que no pueden producir tequila por un asunto de denominación de origen pero necesitan comercializar sus plantíos de agave para sobrevivir.

El objetivo de los politécnicos de Morelos es su investigación salga del laboratorio para que las personas conozcan y obtengan el mayor beneficio de los productos del agave de formas diferentes a la que conocemos.