Hay una nueva gelatina para los que sufren de colitis: adiós a los molestos síntomas
El síndrome del intestino irritable, mejor conocido como colitis, es un padecimiento crónico, el cual no cuenta con una cura hasta el momento, pero sí existen maneras de controlarlo a través de la dieta o bien mediante el uso de fármacos.
La revista de Gastroenterología de México publicó un estudio sobre este síndrome, en el cual mencionó que el síndrome de intestino irritable es uno de los trastornos funcionales más comunes en la población, ya que los datos obtenidos arrojaron que entre el 16 y 30 porciento de habitantes sufre esta enfermedad, afectando principalmente a las mujeres menores de 45 años de edad.
Científicos del Centro de Desarrollo de Productos Bióticos (CeProBi) del Instituto Politécnico Nacional, Antonio Ruperto Jiménez Aparicio, Brenda Hildeliza Camacho y Martha Lucía Arenas son las personas que encabezaron al equipo que realizó la investigación con el Agave tequilana Haw, para aprovechar de esta forma todas sus propiedades antioxidantes, prebióticas y protectoras que ayudarán al desarrollo de alimentos, en este caso, se creó una gelatina para contrarrestar el síndrome de intestino irritable, y después de 5 años y en coordinación con el Instituto Nacional de Nutrición Salvador Zubirán, lograron comprobar la efectividad de los prébióticos del agave en las personas que padecen esta enfermedad.
Después de un mes de tratamiento con la gelatina con agavinas en su formulación, los síntomas de dolores redujeron considerablemente; así mismo, la inflamación cedió y las personas que utilizaron el producto lograron evacuar con una mayor frecuencia en la semana sin provocar diarrea o algún otro tipo de molestia.
Las mejoras se pudieron notar durante el periodo que los pacientes se mantuvieron consumiendo la gelatina con agavinas con un efecto postergado hasta por 15 días. Por esta razón, se recomendó ingerirlo constantemente ya que una de las principales características de las agavinas es que alimentan a la microbiota del colon y como resultado, genera el crecimiento de bacterias “buenas” que beneficiarían al proceso de digestión de los pacientes que lo consuman.